¿Por qué nuestros vinos son ecológicos?

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¿Por qué nuestros vinos son ecológicos?

Hoy en día son conocidos los efectos positivos de un vino en nuestra salud, tanto en la prevención de enfermedades cardiovasculares como relacionadas con el propio envejecimiento. Las propiedades de la uva, en la piel y en las pepitas, contienen enormes beneficios debido a los compuestos polifenoles, es decir, los antioxidantes. Más o menos cantidad depende del tipo de la vid, el clima, el terreno y las prácticas de cultivo. De ahí, que cada vez adquiera más importancia la forma de trabajar la tierra para la producción de estos vinos.

En Santa Rosalía, tenemos nuestra propia filosofía de cultivar el terreno, que no tiene por objetivo su dominio, sino integrar el uso de una agricultura respetuosa en el medio natural de nuestro ecosistema. Así, conseguimos, por un lado, vivir en un ambiente más saludable y, por otro, obtener un producto más natural, sano y de mayor calidad. Desde la tierra hasta la bodega, en toda la elaboración de los caldos, cuidamos todos los detalles, así que los aromas y principios activos del vino se manifiestan como tales, íntegros y sin adulteraciones químicas.

ColeccionPrivada1En la finca de Vizmalo (Burgos), tenemos más de 60 hectáreas de tierra que cultivamos bajo los parámetros ecológicos, que avalan la calidad de nuestros caldos, estando además al control del Consejo Regulador Ecológico de Castilla y León.

Este sello ecológico permite diferenciar el vino y garantiza que el producto final y todo el proceso llevadoFullSizeRender 1 a cabo anteriormente tiene en cuenta el consumo de recursos naturales y la reducción de emisiones y contaminantes. Es decir, se producen bajo los parámetros establecidos por la Unión Europea a principios de los 90.

Entre esos criterios,  el vino ecológico parte de uvas  certificadas, que tienen que ser vendimiadas a mano y se elige el mejor momento de maduración de la uva. El proceso de creación del vino ecológico se realiza con técnicas de agricultura ecológica, con técnicas naturales como la planificación de cultivo o la poda de cepas. Asimismo, no se utilizan productos químicos para prevenir plagas y enfermedades.

Todo ello para poner un buen vino a la mesa: un vino Garmendia.